Aunque investigaciones recientes han creído ver vestigios romanos, el primer documento que alude a Torralba son los Fueros de Daroca otorgados en 1142 por el conde de Barcelona y príncipe de Aragón Ramón Berenguer IV , y otro firmado por el rey musulmán Zayd Abu Zayd, y en el mismo se compromete a ceder sus territorios a Jaime I de Aragón y a convertirse al cristianismo.

Tras la conquista cristiana, paso a ser propiedad de la familia Arenós, I después de la expulsión de los moriscos, acaecida en 1609, Ayódar se repobló con diez familias cristianas junto a algunos vecinos de Godella, y se le concedió la carta puebla en el año de 1611 por parte del barón de Ayódar, Duque de Villahermosa.

Desde este momento quedó como cabeza de la Baronía de Ayódar, de la que formaban parte los siguientes pueblos: Fuentes de Ayódar, Torralba del Pinar, Villamalur e Higueras. El duque de Villahermosa, tenía su sede permanente en el palacio que poseía en esta población, dicho palacio desaparecido hoy en día, fue construido a principios del siglo XVII. En el año 1837, en el curso de la primera guerra carlista, las fuerzas conservadoras ocuparon la población y el castillo, si bien establecieron su cuartel general en el convento de los dominicos.

A principios del siglo XX era propiedad de Fernando de Almansa y Arroyo de Ondino, quienes la vendieron junto a Toga a Don José de Miguel y de Saavedra en 1913, quien solicitó al Ministerio de Gracia y Justicia la rehabilitación del Título de Barón de Ayódar, tal y como consta en la Gaceta de Madrid, n.128 (8 mayo 1925).

También, fue en este período cuando se aprobó el Real decreto propuesto por la Real Sociedad Geográfica, que cambió la denominación a los 573 Ayuntamientos de España comprendidos en la mismas. A partir de entonces, Torralba, partido de Viver, se denominó Torralba del Pinar. Gaceta de Madrid, n.184 (2 de julio de 1916).